domingo, 28 de septiembre de 2008

48. Llueve

Hoy es domingo y en Sevilla llueve. Es una lluvia sesgada y serena quizás para amortiguar el ruido al caer. No llueve igual en todas partes y no por la cantidad, que varía, sino por el sonido que produce. Aquí los goterones suenan ruidosos en los aparatos de aire acondicionado, nada comparable al sonido de la lluvia en el patio de la casa del pueblo.

Me pregunto como estará el tejado, si resistirá este invierno, desnudo, en espera de su arreglo en primavera.
Hasta los techos se cansan de vivir y, un buen día, se desploman los palos sobre la red del cañizo del falso techo, como si de un equilibrista se tratase y, en un falso movimiento, la pared-cuerda que lo sostiene, jugándole una mala pasada, se desplaza unos centímetros.
Es la oportunidad que tiene el techo de librarse de todo ese andamiaje que le estorba para volver al origen primitivo de su construcción: la nave donde comían las cabras haciendo un alto en la cañada.

Puede que las construcciones también recuerden a sus primitivos habitantes, las cabras, el sonido de las campanitas colgadas al cuello y al cabrero, con su especiales y distintas voces, llamándolas al orden para seguir el camino. Ese camino usurpado por nosotros. Y ellas, repuestas ya por la comida, con las ubres llenas de leche, ¡tan contentas!

Contentas estarán también las naranjas y los limones del pequeño y viejo huerto que sobrevive en la parte posterior de la casa o postigo, como se le suele llamar, preparando sus pulpas, y la hierbabuena creciendo frondosa para darle sabor y olor al caldo del cocido, ¡qué bueno estaba anoche aderezado con la que me traje!
Hoy los frutos del kaki o palosanto caerán pesados por la lluvia y, ya maduros, se romperán para, en esa brecha jugosa alimentar a cabrillas y caracoles.
Al fondo el paraíso o melia que se resiste a quedarse desnudo en este otoño que comienza, vigilará los insectos dañinos conservando el suelo y creciendo rápido para, a la llegada la primavera, regalarnos el aroma de sus flores y el frescor de sus ramas.
Hoy es domingo, llueve y mi huerto brillará.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Un año y miles más de tu escritura (hasta que se te rompa el culo del dedal, como el de nuestra tita Mary), es lo que necesitamos para que no se pierda la sensibilidad y la falta de imaginación, de las cuales, tú estás sobrá!.
Sigue deleitándonos con tus relatos, que con mi Palomita y yo, tienes dos fieles seguidoras y te seguiremos leyendo: siempre.
Te quiero.

Isabel dijo...

¡Qué linda eres! Bienvenida tesoro, yo también te quiero. Os quiero.

emege-e dijo...

Romántico y delicioso post para celebrar la entrada del otoño. Noto que no has podido resistirte a sus encantos. Seguro que ese techo resistirá este invierno y muchos más, para continuar dando morada y cobijo a las encantadoras personas que proporcionan calor a ese hogar cada semana.

Anónimo dijo...

Me encanta tu huerto recién regado con esa lluvia. Desde aquí huele a mezcolanza de tierra mojada, a yerba que crece "a lo loco",a aromas que llegan, suaves, desde la cocina. Y, por supuesto, a yerbabuena.
Uno de los (¿se llama post?) con los que más he disfrutado.
¡Qué bién lo haces!.Firmado, Uva la bucólica.

Isabel dijo...

Hola bucólica, sabía que te encontrarías como pez en el agua. Seguro hubieras descrito mil veces mejor que yo este post porque conoces de sobras todo lo que se cría en la tierra.

Emege el techo este fin de semana estaba intacto después de la que ha caído, ya ves, me da un respiro.

Besos a las dos.

espe dijo...

Hola Isabel, qué bonito el texto... aquí tengo el kaki del huerto, esperando a que madure un poco más para ser comido.
Quería dejarte el link del chico de CRISI, y no sabía dónde hacerlo, espero que este sea un buen lugar.
http://www.17-s.info/es/he-robado-492000-euros-quienes-mas-nos-roban-para-denunciarlos-y-construir-alternativas-de-sociedad
un beso, espe

Isabel dijo...

Me parece un lugar perfecto. Ha sido una sorpresa que me ha encantado. Encontrarte aquí, darte la bienvenida y las gracias por tu opinión es para mí una alegría.
Besitos.

Anónimo dijo...

La foto del postigo es preciosa,como tú.

Isabel dijo...

No sé quién eres anónimo, pero bienvenido al blog.
Las fotos son de mi otro yo: mi pareja. Entre los dos construimos este pequeño mundo que a veces se parece al nuestro como en este post.
Muchas gracias por tu apreciación.

Anónimo dijo...

Gracias por la bienvenida-Soy torpe con el computador y dispongo de poco tiempo,pero no obstante,procuraré intervenir de vez en cuando.
No soy el Furri,ni me llamo Isabelino,pero te juro que sin ser de Unión Minera,ni tirilla,me conoces.
Por una casualidad de la vida,me topé con esa caja de herramientas famenina,llamada COSTURERO.También las cajas de herramientas son un baúl para soñar que se arreglan muchas cosas con predisposición.
Colocar un espiche,apretar un grifo,etc, es parecido a reparar la sisa de un vestido o coser el botón del puño de la camisa de esa pareja que tienes con la que construyes el "Pequeño Mundo" parecido al real.
Mi anonimato no es tal,sencillamente es una oportunidad de jugar a decir cosas escondido tras un visillo.Como el que va a la consulta de Javier Criado y no te pregunta ni el nombre,ni siquiera si eres Obama o de Santa Bárbara.!Hasta pronto!